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AceptarTener agua limpia disponible es indispensable para la vida diaria, la utilizamos para beber, preparar alimentos, lavar trastes, así como para la higiene personal. Ingerir agua sucia puede provocar enfermedades como diarrea, cólera, tifoidea y poliomielitis; por lo tanto, es necesario tener agua potable y purificada en casa.
No obstante, el agua potable y el agua purificada no significan lo mismo y es importante que sepas la diferencia para darle un tratamiento adecuado al agua en caso de ser necesario:
El agua potable es aquella que es distribuida a través de la red pública, es desinfectada con cloro y otras sustancias para estar libre de contaminantes dañinos para la salud. Es seguro utilizarla en casa, sin embargo, no es recomendable ingerirla directamente, ya que aún pueden estar presentes parásitos o bacterias.
El agua purificada pasa por un proceso exhaustivo de filtración y limpieza que la hace apta para ser ingerida. El agua purificada regularmente se vende embotellada o es agua potable que pasó por un proceso extra de purificación.
En ocasiones es necesario convertir agua potable en agua purificada, o limpiarla para hacerla potable. La purificación del agua consiste en eliminar parásitos, bacterias y residuos del agua, así como mejorar su sabor, olor y color. A continuación, te decimos algunos métodos que puedes utilizar para purificarla.
Hierve el agua en un recipiente limpio con tapa, hasta que llegue a su punto de ebullición (cuando se forman burbujas en el agua), se recomienda que hierva de 5 a 10 min. para eliminar las bacterias. Debes esperar hasta que el agua se enfríe a temperatura ambiente para que puedas utilizarla.
Nota: Si el agua tiene mucha basura o residuos, antes de hervirla te recomendamos filtrarla, pasándola por un paño limpio o filtro de café.
Recomendaciones adicionales:
Este aparato purifica el agua por medio de filtros de carbón activado, que desinfectan y eliminan las bacterias que se pueden encontrar en las tuberías, además ayudan a eliminar los olores y sabores del agua.
Recomendaciones adicionales:
Antes de poner cloro al agua, se recomienda filtrarla pasándola por un paño limpio o filtro de café, para este método puedes usar cloro o alguno de sus derivados como el hipoclorito de calcio o sodio. Utiliza 2 gotas para purificar 1 litro de agua, el cloro debe estar en contacto con el agua por lo menos 20 min, transcurrido este tiempo el agua se considera potable.
Recomendaciones adicionales:
Pon 20 gotas de solución de yodo en un garrafón de 20 litros, se pintará el agua ligeramente de color amarillo; deja reposar por 1 hora, después agrega 20 gotitas de hiposulfito y agita el agua constantemente hasta que desaparezca el color amarillento, déjalo reposar 1 hora más y el agua estará en condiciones de usarse.
Recomendaciones adicionales:
Llena una cucharada sopera con solución de permanganato de potasio y vacíala en un garrafón de 20 litros, se pintará el agua de color rosa, déjala reposar media hora; pasando este tiempo agrega de 5 a 10 gotas de limón, agita el garrafón hasta que el color rosado desaparezca y el agua estará lista para su consumo.
Recomendaciones adicionales:
Las ventajas de utilizar métodos para purificar el agua son:
Esperamos que estas soluciones prácticas, sencillas y económicas te ayuden a purificar tu agua, para que esté libre de impurezas y la puedas consumir sin correr el riesgo de enfermarte.
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