El estudio de mecánica de suelos es un documento realizado por un especialista que ayuda a la planificación y construcción de un proyecto; porque determina la resistencia de tu terreno, su capacidad de carga, la composición estratigráfica (capas de suelo que lo componen en profundidad) y el tipo de cimentación que se recomienda usar para tu construcción.

El estudio de mecánica de suelos consta de tres etapas:
- Exploración del terreno: Se realizan perforaciones sobre la superficie del terreno para obtener muestras, con las que puede saber la capacidad de carga de suelo, el grado de asentamiento, y la permeabilidad del suelo, entre otras características.
- Nota: Toma en cuenta que una variable que se considera para realizar este estudio es la existencia y profundidad de los cuerpos de agua, ya que en ocasiones alteran o afectan el comportamiento del suelo.
- Ensayos de laboratorio: Después de obtener la muestra del terreno, se estudia la capacidad resistente, rigidez del material del suelo, propiedades y características de la composición del mismo.
- Elaboración de informes: Una vez analizada la muestra, el experto redacta un documento técnico donde determina la resistencia del terreno y la cimentación a utilizar. Este es elaborado y firmado por geólogos y/o ingenieros civiles expertos en la materia.

¿Cuáles son las ventajas de realizar este estudio?
- Determina de manera precisa el tipo de cimentación a utilizar y la profundidad a la que se debe cimentar, esto te dará la tranquilidad de tener una casa segura.
- Disminuye el riesgo de deslaves, grietas o fallas estructurales graves en tu construcción.
- Con base en este estudio, se puede elaborar un diseño y cálculo estructural óptimo, económico y conveniente para tu estructura.
Es importante que sepas que tu construcción debe adaptarse al tipo de suelo del terreno y no al revés. El tipo de suelo es es un elemento importante que no se puede modificar y existen algunos que son más aptos que otros para construir por ejemplo, no es lo mismo construir en suelo de arcilla, arenoso o rocoso; cada uno requiere de una cimentación especial y si no conoces el tipo de suelo, podrías poner en riesgo tu construcción.
Lo recomendable es construir sobre suelos resistentes (natural firme y/o con relleno artificial que no sea material degradable) y que cumplan con la mayoría de las condiciones de la siguiente tabla:
Recuerda que si no conoces las propiedades, estado y características del suelo donde quieres construir, corres el riesgo de elegir una cimentación y estructura incorrecta, lo que podría provocar un colapso de la construcción o hundimientos y cuarteaduras que pudieran aparecer durante o después de la construcción de tu casa.