Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando en este sitio está dando su consentimiento para la aceptación y uso de las mencionadas cookies. Puede obtener mas información, o bien conocer como cambiar la configuración en nuestras políticas de privacidad.
AceptarReparar y remodelar tu casa son cosas diferentes. Aunque ambos trabajos implican dar mantenimiento a la vivienda y, a veces, hacer cambios importantes en la distribución de la propiedad, es importante diferenciar cuando se trata de uno o de otro.
El mantenimiento de una casa implica esfuerzo y ahorro constante, pues es común que con el tiempo la vivienda se desgaste y haya que hacer algunos arreglos. Sin embargo, debemos saber cuándo esos arreglos se tratan de una reparación y cuándo de una remodelación, así podrás determinar presupuestos y tiempos de trabajo más fácilmente.
Una reparación implica que hay algo roto, descompuesto o que simplemente no funciona como debería. Cuando una reparación es necesaria, es porque está alterando el buen funcionamiento de la casa.
Muchas veces, esto se debe a que utilizamos materiales que no son adecuados o que son de poca de calidad. Por ejemplo, los techos de lámina pueden ser más baratos al principio, pero generan muchos problemas de calor y filtraciones de agua, y con el tiempo se tienen que cambiar por losas de concreto. Así que es mejor utilizar los materiales correctos desde el principio.
Una reparación puede ser tan pequeña como un apagador que no sirve, hasta algo muy grande y que hay que arreglar con urgencia, como una tubería rota o un pedazo de techo con humedad. No repararlo puede desencadenar problemas más graves, por lo que esa no es una opción.
Una remodelación implica hacer una modificación en la casa. Los cambios pueden ser menores, como con los acabados de las paredes o el cambio del piso, o mayores como cambiar la redistribución de los espacios.
La diferencia con las reparaciones, es que una remodelación normalmente se hace por elección, no por necesidad, por lo que hacerla o no es opcional. En las remodelaciones se toma en cuenta el gusto personal, pero también es importante que la modificación aporte utilidad y funcionalidad a los espacios.
Una remodelación menor, por ejemplo, sería cambiar la pintura de una habitación, mientras que una remodelación mayor sería tumbar un muro para hacer una ampliación. Las remodelaciones dependen en gran medida del gusto y las necesidades que van surgiendo, pero no tienen consecuencias graves si no se hacen inmediatamente.
Ya que conoces la diferencia entre estos dos términos será más sencillo identificar y comunicar el proceso que necesitas realizar, así como calcular gastos y tiempos de trabajo. ¿Y tú qué necesitas reparar o remodelar en tu casa?
Contenido relacionado